Sanación de 10 Niveles Ancestrales:
Todos llevamos en nuestro interior las huellas de quienes nos precedieron.
Nuestro árbol ancestral no solo nos entrega dones y fortalezas, también puede
transmitir memorias de dolor, sufrimiento y experiencias no resueltas que siguen
influyendo en nuestra vida actual.
A través de esta sanación en Registros Akáshicos, se recorren y liberan 10
niveles ancestrales, uno por mes (mínimo deben pasar 30 días entre cada
encuentro).
En el primer nivel se sanan las memorias recibidas de padre y madre.
Luego, se continúa con abuelos y abuelas, bisabuelos y bisabuelas, bis
tatarabuelos y bis tatarabuelas… hasta alcanzar los 10 niveles.
En cada etapa se libera lo negativo heredado —dolor, tristeza, limitaciones,
cargas— y se reconocen, activan y honran los dones, virtudes y aprendizajes
positivos que también forman parte de nuestro linaje.
Este proceso nos permite caminar más livianos, en coherencia con nuestra
esencia, honrando a nuestros ancestros y recuperando la fuerza de nuestro
propio ser.
Dispensación kármica de algún tema puntual:
Muchas veces sentimos que, por más que lo intentemos, seguimos
repitiendo un mismo patrón: relaciones que se rompen de la misma manera,
adicciones que no podemos dejar, miedos profundos, bloqueos que nos
limitan.
En esos casos, suele tratarse de memorias kármicas o ancestrales que
siguen activas en nuestro ser.
A través de una Dispensación Kármica, nos dirigimos a la Junta Kármica y a
los Señores de los Registros Akáshicos para solicitar la liberación de ese
tema puntual. Esta gracia espiritual permite que esa carga sea perdonada,
liberada y eliminada de nuestra energía.
Luego, se realiza una reprogramación akáshica de la memoria celular, para
limpiar la huella que dejó esa experiencia y permitir que el alma pueda
avanzar más libre.
Entre otros ejemplos de dispensaciones puntuales:
Liberación de adicciones (alcohol, comida, tabaco).
Sanación de memorias de maltrato hacia la mujer o el linaje femenino
Cortar patrones de violencia, abuso o sufrimiento heredado.
Soltar cargas ancestrales de miedo, culpa o repetición constante de
fracasos.
Cada dispensación trabaja sobre un tema específico. En algunos casos, la
persona puede necesitar varias, según lo que su alma esté lista para liberar.
Este proceso abre la puerta a una transformación profunda y consciente,
liberando cadenas invisibles y dando lugar a una vida más auténtica, liviana
y coherente con la verdadera esencia.
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